lunes, 17 de mayo de 2021

El Casino del Diablo

 

EL CASINO DEL DIABLO

Por: Ignacio Lagarda Lagarda

Cronista Municipal de Hermosillo


El club de golf, Country Club, fue construido en 1945 como parte del proyecto urbanístico de la colonia Pitic en las afueras de la entonces ciudad de Hermosillo.

Al centro del mismo se le construyó una casa club con restaurante, salas, bar y un casino social, que  era el sitio preferido de los jóvenes, pues allí se hacían bailes donde los muchachos podían encontrar a la mujer de sus sueños y las muchachas conseguir al amor de su vida para casarse.



Todos los jóvenes  estaban muy entusiasmados por asistir, sobre todos las muchachas quienes se arreglaban de una forma muy especial. Duraban días buscando el mejor vestido, horas haciendo su peinado y sus mejores zapatos para bailar toda la noche con algún muchacho.

Un 31 de diciembre de 1950, se iba a dar un gran baile de fin de año, tocaría una de las mejores orquestas de la época, así que todas las muchachas no hallaban la hora para tener el vestido para la fiesta.

Ese día una joven de 16 años llamada Linda, tenía muchas ganas de ir a ese baile, tanto que duró días buscando el mejor vestido y tardó varias horas en arreglarse para convertirse en la joven más bonita del lugar.

Cuando ya estaba lista, fue a avisarle a su mamá, quien estaba en cama, enferma de unos dolores.

—Mamá —le dijo—  me voy al baile.

—¡No mi hijita! ¿Cuándo me pediste permiso?

—Pero mamá...

—¡Nada! No te dejo ir porque me siento muy mal de verdad. Además hoy es noche  de Año Nuevo y tienes  que pasarla con tu familia.



Linda se había molestado mucho porque no podría ir al baile, se fue a su cuarto y duró unas horas encerrada hasta que no aguanto más.

Pero en ese momento pudo más la fiesta que los regaños de la mamá, así que Linda decidió escaparse por la ventana de su cuarto, para esto ya tenía a sus amigos fuera de su casa. La estaban esperando para irse.

—¡Al fin que no necesito de su consentimiento para divertirme! —se dijo.

Cuando la muchacha y sus amigos llegaron al casino, todos voltearon a verla, era la joven más hermosa de la noche. Le llovieron proposiciones para bailar, pero Linda no aceptó.



Linda se convirtió en la joven más bonita de toda la noche, tenía varias propuestas para bailar pero ella no las aceptaba ya que estaba esperando al hombre mas guapo, caballeroso, y con un gran aroma.

De pronto entre la multitud salió un guapo muchacho de cabello negro, ojos enormes, vestido elegantemente, nadie conocía al joven apuesto, todos se preguntaban quién era. El joven invitó a bailar a Linda, ella aceptó  rápidamente y dijo que era a quien ella estaba esperando. Se fueron al centro de la pista para bailar toda la noche. 

A la media noche mientras bailaban  Linda sentía mucho calor,  sentía que algo la quemaba en su espalda, voltio a ver y miró  una mancha en su vestido, así que decido  ir al baño a  quitarse esa mancha pero al llegar y verse bien el vestido aquella mancha no era una mancha, tenía  pintada la mano de aquel apuesto y caballeroso hombre estaba marcada en su vestido. Ella  pensó que era una simple mancha de su mano, así  volvió a la pista de baile y terminó de bailar con aquel  hombre. Después un hubo un fuerte olor a azufre, comenzó a aumentar la temperatura. Todas las personas que estaban presentes en el baile miraron hacia el centro de la pista.



Para encontrarse ante los ojos de todos una pata de gallo y otra de cabra que les salían al joven del pantalón. Linda se desmayó de la impresión. Comenzó a salir mucho humo y desapareció el joven.

Por todos lados empezó a surgir fuego y todos los presentes tuvieron que escapar del lugar como pudieron, y el casino quedó en llamas hasta que sólo quedaron las paredes. No se supo que pasó con Linda, mucho menos quién era ese misterioso hombre,  muchos dicen que fue internada tras una crisis nerviosa, otros que está con el demonio. Después de lo que sucedió ese día el casino cerró sus puertas ya no se volvió a realizar ningún evento.



Del guapo extraño no se volvió a saber y de Linda, unos dicen que murió, otros que anda perdida por algún lugar, pero la mayoría asegura que está con el diablo.

 

Comentarios del cronista municipal

 

Hace un mes acudí a una reunión del grupo de aficionados a los fenómenos paranormales liderados por Marco “El Fantasma” Rodríguez, y su papá nos confesó que todo fue una broma de tres de sus amigos, quienes utilizaron carburo de tungsteno, un compuesto químico que se utilizaba para encender las lámparas mineras de la época y que despide un fuerte olor a azufre, mientras otro que era electricista bajó los térmicos del casino para crear la oscuridad, mientras que otro de ellos se disfrazó de diablo. Después de la broma, los tres escaparon por la ventana del baño del casino.

 

 

sábado, 15 de mayo de 2021

Origen de La Manga

 

Origen de La Manga

Don Manuel Coronado un señor de 96 años, con una memoria impresionante, una voz clara y fuerte, y lo mejor de todo con una salud envidiable, nació en Nácori Grande en 1920, pero llegó a la Manga siendo casi un niño, don Manuel nos comenta que entonces solo había unas 8 o 10 casitas muy separadas entre sí.

Bien recuerdo que aquí en la Manga había un lago o mejor dicho un represo  a donde las bestias venían a tomar agua y pues también nosotros lo aprovechábamos para bañarnos y muchas veces  hasta para proveer agua a nuestros hogares, esos tiempos eran preciosos, nos comenta; pus dice que había muchos caballos, mulas, burros y machos que nacían y se criaban  solos en el monte, pero cuando era época de vender las bestias los dueños las encerraban en sus corrales y los marcaban cada quien con sus fierros, después de eso los llevaban arriado hasta la pera del ferrocarril para cargar los furgones con una inmensidad de animales que eran llevados al sur del país.



Sobre el nombre de la Manga nos cuenta que nació, porque el camino al lago asimilaba la forma de una manga de camisa. No hay una fecha exacta para la fundación de la colonia la Manga, de lo que si existen indicios que este poblado ya existía en 1805, también hay señales de sus habitantes a mediados de de los años 1800 y desde luego a inicio de los 1900 en tiempos revolucionarios; sin embargo como ejido se fundó alrededor  de 1938-39 en ese entonces la “Manga” era una ranchería con pocas familias que vivían de la crianza de su ganadito, la ordeña y de la pequeña agricultura. Don Manuel nos platica acerca de la escuela primaria.

Eran tiempos de Luis Encinas (padre) era presidente municipal en 1931, un día llego y nos dijo:

-Ustedes consíganse cada quien dos bloques y yo e encargo de lo demás, y así fue, la escuela en poco tiempo ya estaba, claro, no como está ahora pero eso nos evitó ir hasta la escuela del Llano que siempre está algo retiradito.



En ese entonces no había presa, pero eran pocas las milpas de los ejidatarios que se sembraban y la demanda mayor de agua era para las huertas de Hermosillo que la mayoría  era de los Pavlovich mismos que regaban con las acequias tradicionales de aquellos años. Fue en el año de 1950 que la famosa laguna se cerró, pero el cuidado de ganado, la ordeña y elaboración de quesos continuó como hasta ahora.

Después de fundar el ejido en el 39, 10 años después se abrió la presa Abelardo L. Rodríguez y debido a esto, los ejidatarios pudieron  garantizar las cosechas con más rendimiento y  la vez la crianza de sus animales con más seguridad. También llegaron otras empresas a las cuales  sus pobladores se emplearon como fue el Mezquital del Oro, las despepitadoras de algodón, Pedro Domec y por su puesto el aeropuerto internacional de Hermosillo que se inauguró en 1953.



Don Manuel nos cuenta que al sur de la Manga se encontraba una hermosa hacienda llamada Alto que perteneció a don Manuel Monteverde, y por allá en los años 30 y 40 eran unas de las pocas partes donde se podía trabajar, (sonríe pícaramente, y sacude su cabeza en señal de negación) – que bárbaro, pagaba el señor Monteverde nueve pesos a la semana, solo alcanzaba para unos frijolitos pero que hacíamos pues?... nadie más ofrecía trabajo –nos comente.

Aún en los años 70 y 80 la Manga era una ranchería donde la gente tenía  sus ordeñas en el corral de la casa, las carretas tiradas por mula o caballo abundaban y el taste de pelota era un lugar de reunión  de sus pobladores domingo a domingo; no podemos dejar de mencionar los inolvidables bailes de la Manga donde se juntaban la más bella chicas en edad de bailar de todo Hermosillo.

De los apellidos de residentes de la Manga podemos mencionar a los Cota, Juzaino, Coronado, Murrieta, Corrales, Rodriguez, Corrales, Arvayo, Moreno, Leones, Maciaca, Acedo, Franco y algunos más que nuestro conocimiento y memoria no nos da, pero de seguro usted amable lector podrá ayudarnos, así como de partes emblemáticas de este bello lugar y algunos personajes que hacen de la Manga un lugar bello y diferente para vivir con tranquilidad.

domingo, 18 de abril de 2021

Panteón que se transformó en Jardín

 Panteón que se transformó en Jardín

Escribe Juan Ramón Gutierrez

Todos los campos santos quedan en lo alto de una colina, pero este fue la excepción; su destino estaba marcado; con el tiempo pasaría a ser jardín y pulmón de una gran ciudad.


A principios del último tercio del siglo XVIII (1700), el viejo Real del Presidio del Pitic, se vislumbraba como una de las poblaciones en ciernes de mayor progreso.

Contaba con un considerable número de habitantes, aunque sus caseríos no llegaban por el lado norte, más allá de la popular calle Monterey de nuestros días.

El panteón era entonces lo más alejado, ubicado en el barrio de “La chicharra”, por donde hoy es la escuela Leona Vicario.

En esos lejanos años se abrieron las tierras de cultivo al oriente de la nueva población, siendo regadas por una serie de acequias que el Gobernador Intendente don Pedro Corbalán había mandado abrir. Una de esas acequias conocida como “El Alto”, pasaba por la parte norte del terreno en que andado el tiempo se convertiría en el jardín Juárez, tema que nos ocupa. Las aguas de la acequia del alto, regaba los jardincitos de las sepulturas formadas con la transformación de este lugar en panteón por el año de 1800.

Tenía este panteón su entrada principal por la calle que hoy lleva e nombre de Matamoros y en un arco de material tenia inscrito: “del polvo vienes, al polvo volverás”. Alrededor se le cercó con matorrales y nopaleras,. Así sirvió a la población hasta 1880, año en que se cerró debido a la peste que azotó a la región, conocida como el “cólera morbus”.

Al desaparecer el panteón, en los primeros años de siglo pasado, se levantó el nivel del piso y se convierto oficialmente en Jardín Benito Juárez; cercándosele, quedando desde entonces plantadas las enormes ceibas que lo distinguen, Pasado el tiempo se instalan en sus costados, fondas, refresquerías, una arena de box y un cine. Una de las tantas comunas municipales instaló un trenecito en miniatura que hacia las delicias de chicos y grandes con su recorrido fascinante alrededor del parque.

Y por fin, en la administración 1979 – 1982, a raíz de la transformación dada a este precioso sitio, en una acción histórica de la entonces alcaldesa Dra. Alicia Arellano Tapia, quedó convertido en uno de los parques más bonitos y distinguidos de mi tierra.

Por cierto, que en los días que se abrieron las zanjas para la cimentación de las jardineras, salieron a la luz decenas de huesos humanos, prueba tangible de la existencia del antiguo panteón del siglo XIX.

Desde su fundación como Jardín Juárez en 1900, ha sido sitio de reunión del pueblo sonorense. Y uno de los puntos vitales de nuestra capital como área verde y pulmón natural.



lunes, 12 de abril de 2021

LOS APSON - SUS INICIOS Y EXITOS

LOS APSON - SUS INICIOS Y EXITOS 
Investigación por José Luis A. López Romero

 investigación por José Luis A. López Romero 

Sin lugar a dudas de los grupos musicales del Rock en México en los años 60’s más representativos y que hasta nuestros días siguen cosechando admiradores, además de un sin número de anécdotas, sobre sus inicios, formación, trayectoria y éxitos. Son los chamacos de Agua Prieta, Sonora, Los Apson. 

Se trata de brindar información verídica sobre estos hechos, de acuerdo a las versiones de los propios integrantes del famoso grupo. Iniciamos con lo siguiente: Se dice que la fecha tentativa de formación del grupo fue un 24 de noviembre de 1959, y esto sucedió en la tienda “La Nacional”, que era propiedad de Don Eduardo Durazo y familia, donde ese día coincidieron los jóvenes Arturo Durazo Barraza, José Luis “Lichi” García Yánez y Raúl Hernandez “Cubano” Cota, tratando de “sacar” la melodía “Rio Rojo” entre José Luis con el Sax y Raúl en la guitarra. 

Ya con una inquietud muy acentuada del joven Arturo para formar un grupo musical, que le nació de un viaje a la ciudad de Tijuana, BC. Poco después, se dan a la tarea de conseguir más integrantes en la localidad, los cuales fueron: Francisco Durazo Barraza, hermano de Arturo y Francisco “Frankie” Gámez García. De todos ellos solo Raúl y Frankie ya tocaban en forma, en un lugar de la localidad con nombre “La Paloma”. 

Al conformar el grupo, se dieron un plazo de un año para aprender y ensayar ya que los hermanos Durazo no sabian nada de como pulsar una guitarra ni de música y fue Frankie quien asignó los instrumentos y dio las primeras instrucciónes en su ejecución y queda la siguiente conformación: Francisco la batería, Arturo la guitarra armónica, El Cubano Cota el bajo y coros, Lichi García el saxofón y Frankie con el requinto y voz.

Gilberto Maldonado Chávez, mejor conocido como “Gil Maldonado” entro a formar parte de Los Apson, por invitación de los hermanos Francisco y Arturo Durazo, en 1961 a la edad de 15 años, al enfermarse el saxofonista de nombre José Luis García. Al principio fue duro poder acoplarse con el grupo, pero a base de esfuerzo, dedicación y la defensa que hicieron los hermanos Durazo contra “El Cubano” Raúl Cota y Frankie Gámez, ya que estos dos elementos no parecían estar muy de acuerdo con que Gil formara parte del grupo. Pero Gilberto desde entonces demostró su gran calidad y estilo propio al interpretar el saxofón en el grupo más influyente del Rock en México, Los Apson. Al recuperar su salud el otro saxofonista José Luis García ya quedó conformado el grupo con dos saxofones, e inician con una serie de tocadas y bailes en la localidad, para darse a conocer en público.

En esa época hicieron un baile o mejor dicho, varios bailes de despedida, porque pensaban incursionar en el D.F. para grabar un disco. Resultando que después de tantos anuncios la gente comenzó a preguntarles que si cuando salían para el D.F. Total que tuvieron que salir de gira, todos juntos con instrumentos en un automóvil Mercury azul 56 propiedad de Francisco Durazo. La primera parada fue en la fronteriza ciudad de Nogales, donde estuvieron varados como tres meses, de ahí siguió la ciudad de Hermosillo, después fueron a parar a Culiacán, Sinaloa. En este lugar fue donde Frankie comento que el solo quería tocar el requinto y no cantar, fue cuando aparece Polo en escena, él era vocalista del grupo “Der Lugers”. En esta ciudad, José Luis García decide no seguir el viaje por motivos personales y se regresa a la ciudad de Agua Prieta.

 Los Apson, ya con la inclusión de Polo, siguen su viaje hasta la ciudad de México, esto ya en autobús porque al automóvil Mercury se le averió el motor. Ahí se pasaron un año de hambreadas y sobreviviendo con pistas que hacían para otros artistas. Mientras en los ensayos, cuando todos se iban a descansar, Gil se quedaba a practicar, pero no con el saxofón, sino con la batería, guitarra o el bajo llegando a ejecutar y dominar un poco los tres instrumentos.

Los Apson graban su primer disco LP instrumental, nada pasa entonces, se piensa en el regreso para Agua Prieta. La compañía Peerless les pide que graben otro disco, pero cantado. Para grabar este disco, invitan a José Luis García y se les une en México. Cuando van a grabar “Popeye”, el ingeniero Victor Nava pregunta que si quien de los dos saxofones va a ejecutar la primera, entonces José Luis dice que él, porque es el sax original. Después de regular volúmenes de las guitarras y batería, les toca el turno a los saxofones. José Luis da la melodía, entonces el ingeniero Victor Nava les llama al resto del grupo y al director artistico, se encierran en la 4 cabina de grabación, platican algo entonces. Abren el micrófono y le preguntan a Gil que ejecute él la misma melodía que José Luis había tocado, lo hace y regresan de nuevo todos ellos a la cabina a platicar a puerta cerrado. Al rato abren el micrófono y el Ingeniero Nava, dice que Gil se queda con la melodía y el primer saxofón y Lichi en la segunda. José Luis García solo grabo dos canciones con Los Apson, las segundas de “Popeye” y “El Cartero”. Como consecuencia de esto José Luis García se regresa para Agua Prieta y forma su grupo Los Imperiales de Lichi García.

 Los Apson graban este disco cantado y se regresan a su terruño. Como al mes reciben un telegrama del gerente de la compañía Peerless, donde les solicita se regresen de inmediato porque el disco estaba sonando fuerte. Se regresan y en efecto las diez canciones estaban pegando con todo en el D.F. Al poco tiempo Leopoldo “Polo” Sánchez Labastida deja al grupo y se lanza como solista. Y es cuando queda conformado el conjunto Los Apson como sigue: Raúl Hernández “Cubano” Cota (Bajo), Francisco “Frankie” Gámez García (Voz y Requinto), Francisco Javier Durazo Barraza (Bateria), Arturo Durazo Barraza (Guitarra armónica) y Gil Maldonado Chávez (1ro y 2ndo Sax). Lo que Gil Maldonado aprendió en los descansos de los ensayos dio sus frutos porque cuando se necesitaba grababa con la batería o el bajo, por enfermedad de Panchito o Raúl, lo realizaba sin esfuerzo y sin demeritar la calidad en el sonido Apson. En las melodías “Por tu amor” y “El último tren” grabo la batería y en la melodía “Satisfacción” grabo el bajo. Y creemos que es el único integrante que tiene grabado con Los Apson varios instrumentos aparte de los dos saxofones.

Los Apson eran únicamente Francisco y Arturo Durazo, Frankie Gámez, Raúl Cota “El Cubano”, Gilberto Maldonado y Leopoldo “Polo” Sánchez. Desde su llegada a México habían despertado la curiosidad de los reporteros y comentaristas de las principales revistas musicales de la época, como Notitas Musicales, México Canta, y también de los que trabajaban para las secciones musicales de los diversos periódicos nacionales y de las distintas entidades que visitaban. Desafortunadamente existen únicamente los recortes de las notas, desprovistos del lugar y fecha, incluso algunas del nombre de la publicación, en ese entonces Pancho guardaba muchas publicaciones, pero no le daba importancia a la circunstancia histórica y únicamente recortaba para el halago.

 De las primeras reseñas que lograron en la capital del país, muy breve por cierto, dice así: "Los Apson llegaron al Distrito Federal hace tiempo buscando, como buenos provincianos, el triunfo de la capital. No habían grabado nunca, ni siquiera como aficionados, pero ellos sabían que podían. En un concurso organizado por Sergio Rot, locutor de Radio Felicidad, Los Apson se presentaron humildemente vestidos y luciendo sus modestos instrumentos musicales. Concursaban los mejores conjuntos de la capital. El público aplaudía a figuras consagradas como Enrique Guzmán, César Costa y Angélica María. Llegaron Los Apson y “barrieron con todos, incluyendo conjuntos de la categoría de los Teen Tops." Demostrando con ello la enorme calidad interpretativa que los llevó a ser reconocidos tanto a nivel nacional como internacional.

En la Revista Ritmo Juvenil apareció la siguiente nota, también en mil novecientos sesenta y tres: "Cuando la trilogía de los conjuntos de Rock mexicanos: Locos del Ritmo, Teen Tops y Rebeldes del Rock no permitían el arribo en sus dominios de ningún otro conjunto y sólo dejaban un segundo término a los demás grupos rocanroleros, llegó del norte de la República un conjunto de rock que se abrió paso a base de calidad hasta colocarse casi al nivel de los tres grandes. El sonido rasposo y rebelde de su saxofón, secundado por el canto atronador de las guitarras eléctricas y el redoble de su batería, llegaron abriendo brecha entre las filas de los rocanroleros mexicanos.

 El rumor corrió de boca en boca: llegaron Los Apson... llegaron Los Apson y así apareció el conjunto de rock más completo que nos ha llegado del interior de la República. Cuando escuchamos el disco de prueba para tratar de conseguir un contrato de grabación, quedamos boquiabiertos e impresionados hasta la médula, por el dinamismo de este grupo. El sax sonaba igual al del conjunto de Duanne Eddy, el requinto al de Bill Haley y el bajo al de Bill Black's. La voz de Polo nos recordaba a Jimmy Clanton y la de Frankie a Little Richard… ¡Era demasiado bueno para creerlo!

El especialista y comentarista de rock, Víctor Blanco Labra, quien hace tiempo publicó un libro sobre Elvis Presley titulado Elvis en el Bosque, Editorial Diana, los presentaba así en su columna ¡Rock en Español: Saludos amigos ¡LosApson!, el conjunto de rock'n roll que prometía convertirse en uno de los mejores grupos de México, se ha convertido ya no en "uno de los mejores", sino en el MEJOR CONJUNTO MEXICANO DE ROCK TOCANDO PIEZAS INSTRUMENTALES. Para probar lo que acabamos de afirmar, les sugerimos que escuchen su primer disco de larga duración llamado: “Llegaron Los Apson”, es más, tan sólo escuchen una pieza de dicho disco: “Fumando” y quedarán convencidos de que no hay quien les llegue tocando rock. Su saxofonista de dieciséis años (alma del conjunto) imprime a sus interpretaciones el sonido del sax de Duanne Eddy, su requinto es brillante y preciso, su bajo suena a Bill Black, en fin, no hay un sólo ejecutante que no esté exactamente en su punto. Jamás se había oído en México Rock instrumental como el de Los Apson. “Parece conjunto de E.U.!”, exclama todo el que los oye por primera vez. Y ahora se lanza con melodías cantadas; para ello grabaron una pieza de rock lento “A Veces Lloro” y una movida “Upudú”; cuando los escuchó Tuti Martínez, el ex-requinto de los Teen Tops, exclamó admirado: ¡Cantan como negros!. Y es que realmente el sentimiento que imprimen a sus interpretaciones los dos cantantes de Los Apson es enorme. No queremos seguir alabando a Los Apson, porque podrían ustedes pensar que exageramos, así que, escuchen sus discos y juzguen sí tenemos razón o nos equivocamos."

 Los Apson grabaron nueve LP y un sencillo que fue Matilde, el cual núnca salió a la venta. Con algunos años en giras por toda la Republica en la famosa caravana Corona del señor Vallejo, hasta la separación del grupo en 1967. Ya con otra conformación en sus integrantes, Los Apson solo grabaron tres LP más, los cuales no tuvieron el mismo éxito que los anteriores. Hasta su separación definitiva a finales de los años 70’s.

Otra nota que apareció en una revista de la capital, firmada por Néstor Acuña, anunciaba: LOS APSON destronaron al rey Alberto Vázquez y decía que “alcanzó esta semana el primer lugar en ventas y popularidad en toda la República, la melodía El Barba Azul, de Montes y Renner, cantada en forma casi exclusiva por el conjunto Los Apson, que la iban colocando cada vez en mejor clasificación entre las favoritas. Destronan pues, Los Apson a Alberto Vázquez, quien durante el tiempo casi record de trece semanas, mantuvo el cetro de rey de las ventas y popularidad con sus discos a base de “Perdóname mi vida”, de Gabriel Ruiz y J.A. Zorrilla. Los Apson graban en la marca Peerles y el disco triunfador es, en este caso, el de 45 rpm, sencillo número 8167 del catálogo de la Peerles”.


Según esta información que he recabado en estos años, este famoso grupo de Rock Mexicano, Los Apson que se formó en la ciudad fronteriza de Agua Prieta, Sonora, por muchachos de la localidad y su gusto por la música de Rock provenía principalmente de influencias de los músicos y bandas americanas que escuchaban por la radio en aquella época. 

En la actualidad sabemos que han fallecido tres integrantes y solo viven tres de los miembros originales, que grabaron todos los éxitos con la famosa agrupación e incluimos sus datos personales:

 Leopoldo Sánchez Labastida. “Polo”. Nació Bachigualato, Sinaloa, poblado cerca de Culiacán, un 2 de abril de 1948. Cuando Los Apson iban rumbo a México y al pasar por Culiacán lo invitaron a unirse al grupo como vocalista. Solo canto y grabó siete canciones con Los Apson, del segundo LP Bailando y Cantando con Los Apson, fueron cinco melodías: “Suena Dulce Nena”, “Anoche me Enamore”, “A veces Lloro”, “Las Quinceañeras” y “Solo un Sueño”, del tercer LP Atrás de La Raya con Los Apson, fueron dos melodías: “Topepi el Marciano” y “Caramelito”. Polo falleció en la ciudad de Mérida, Yucatán en 1974, ahogado accidentalmente en la alberca del hotel. 

Arturo Durazo Barraza. Nació en Cananea, Sonora. Muy pequeño llegó a Agua Prieta y tocó la guitarra armónica y coros en el grupo. De él nació la idea de formar un grupo musical en 1959. Arturo falleció por complicaciones con el cáncer en 1984. Francisco 

Javier Durazo Barraza. “Panchito”. Nació en Cananea, Sonora. Muy pequeño llegó a Agua Prieta y tocó la batería en el grupo, compositor de la letra de la melodía “Anoche me enamore”. Panchito falleció el día 6 de mayo de 2012 a las 23:00 horas en su casa en Agua Prieta por complicaciones cardiacos.

Francisco Gámez Gacía. “Frankie”. Nació en un ejido cerca de Nacozari de García, de nombre “El Barrigón”, un 20 de julio de 1945. Muy pequeño llegó a Agua Prieta. Tocó el requinto, vocalista, coros, compositor y arreglista en el grupo. Actualmente purga injusta condena en el condado de Buckeye, en Phoenix, Arizona. Raúl Hernández Cota. 

“El Cubano”. Nació en Nacozari de García, Sonora. Muy pequeño llego a Agua Prieta. Tocó el bajo y coros en el grupo además compositor de la letra de la melodía “Desilusión”. Actualmente es ministro religioso y vive en Douglas, Arizona. 

Gilberto Maldonado Chávez. “Gil”. Nació en Fronteras, Sonora. Muy pequeño llegó a Agua Prieta. Tocó el Sax Tenor, coros y también la guitarra, el bajo y batería en el grupo. Actualmente considera seriamente retomar su carrera artística y vive en Tucson, Arizona.

Esto es lo que conocemos de cada uno de los integrantes originales del famoso grupo de Rock Mexicano Los Apson. Recordando que el nombre Apson corresponde al uso de las primeras letras de la ciudad de Agua Prieta, Sonora y que fue el señor Ricardo Rivas, locutor de una radio local, quien les sugirió este nombre que aceptaron con gusto. Todo lo anteriormente expuesto es para que se revise y confirme ya que la verdad es la premisa fundamental en toda investigación. Y de esta manera dar a conocer al público en general, que admira a este famoso grupo la certeza en los hechos que se publican. En este caso particular son los propios integrantes del grupo quienes avalan y autorizan esta información.

Información, redacción e investigación por José Luis A. López Romero. Con notas del libro de Los Apson “Corren Rumores” escrito por Marco Antonio Salazar Siqueiros. Enero 2017 y autorizado por los integrantes originales de Los Apson.






domingo, 11 de abril de 2021

EL SECUESTRO DE LOLA CASANOVA

 EL SECUESTRO DE LOLA CASANOVA 

Por: Ignacio Lagarda Lagarda, Cronista Municipal de Hermosillo

En una carta del coronel Cayetano Navarro, prefecto del distrito La Salvación , a José de Aguilar, gobernador de Sonora, le informa del rapto de Dolores «Lola» Casanova ocurrido el 23 de febrero de 1850. 


Lola, de 16 años, una joven perteneciente a una estimable familia guaymense de elevada posición social, hija única del viudo español Diego Casanova, viajaba en un convoy de carros tirados por mulas que conducía mercancías y pasajeros del puerto de Guaymas a la ciudad de Hermosillo, resguardado por quince soldados para cuidar de su seguridad, dado que los caminos eran amenazados por el merodeo de los seris.

Lola viajaba a Hermosillo a pasar unas vacaciones en casa de su tío, un hermano de su padre que tenía hijas adolescentes como ella.

En el punto denominado puerto El Huérfano  el convoy fue asaltado por unos seris encabezados por el jefe de la tribu llamado Coyote Iguana, y después de un reñido combate, éstos quedaron dueños del campo. Algunos de los pasajeros, lo mismo que algunos de los cocheros, fueron muertos. Los demás lograron huir.

En el asalto fueron hechas cautivas la joven Dolores Casanova, las señoras Zulema Rodríguez con su pequeña hija, Viviana Romandía con otra niña, el joven Agustín Arreguibar y la niña Elena Islas.

El día 1 de marzo de aquel año, salió de Guaymas con destino al territorio Seri bajo el mando del prefecto de distrito Cayetano Navarro, una fuerza de 107 hombres, con el objetivo de batir a los rebeldes y libertar, en su caso, a los cautivos, obteniéndose como resultado la muerte y prisión de 44 indios y se logró liberar a Zulema Rodríguez, Viviana Romandía, las hijas de ambas y el joven Arreguibar, que fueron entregados personalmente por Coyote-Iguana, cuando el día 12 se presentó espontáneamente a un piquete de tropa en el embarcadero de la isla del Tiburón.

Por lo que respecta a Lola Casanova y a la niña Elena Islas, el parte oficial circunstanciado de esa campaña, fechado en Guaymas el 24 de abril de 1850, en su parte relativa decía: 


Por nuestra parte tenemos que lamentar la muerte de la joven Doña Dolores Casanova, a quien sacrificaron pocas horas después de la acción de Batamote  a consecuencia de habérsele muerto al enemigo una mujer herida de bala en la misma acción; y que no haya libertándose la niña cautiva Elena Islas, que, según varias declaraciones de los mismos seris, fue llevada a Tepoca por una seri vieja y tuerta que la ha adoptado como suya.

El 2 de marzo, un grupo de ciudadanos hermosillenses le envían una carta al gobernador en la que se dicen que se encuentran indignados contra «la tribu salvaje de los seris por la última atrocidad cometida el pasado día 23 del próximo pasado». 

Por decreto N.o126 del 6 del mismo mes, la legislatura local declara a los seris fuera de la ley, poniendo precio a su vida y se establecieron sucesivamente en Hermosillo y Guaymas las juntas de guerra, integradas por las personas más influyentes de la localidad, y cuya finalidad sería la de arbitrarse fondos necesarios para el mejor éxito de la campaña.

El 7 de julio siguiente, el periódico El Sonorense, publicación oficial que se editaba en Ures, la capital estatal, informa que:

de acuerdo con el informe del coronel Navarro, en los hechos ocurridos el 23 de febrero pasado, murieron 9 seris y 3 mujeres, se hicieron prisioneros 8 indios, 12 indias y 17 muchachas. Fueron liberados del cautiverio, Zulema Rodríguez, Viviana Romandía, dos hijas de ambas y el joven Augusto Arregui , habiendo sacrificado en el cautiverio a la señora Doña Dolores Casanova y quedando en él la niña Elena Islas.

Una semana después el mismo periódico corroboraba la nota en los siguientes términos: «Por nuestra parte tenemos que lamentar la muerte de la Joben (sic) Doña Dolores Casanova, a quien sacrificaron pocas horas después de la acción de Batamote». 

El señor Casanova y su esposa murieron al año siguiente del secuestro. Al no lograr localizar a su hija perdieron el interés en seguir viviendo. El tío de Lolita se hizo cargo de los negocios del señor Casanova y gastó una fortuna tratando de rescatar a su sobrina. 

Nunca más se volvió a saber de Lola Casanova y su vida se convirtió en leyenda.

miércoles, 7 de abril de 2021

CAPILLA DE SAN ANTONIO

Mas antigua que La Catedral Metropolitana y La Capilla del Carmen, en Hermosillo lo es La Capilla de San Antonio.

Texto de el Libro Hermosillo a través de las fotos 1852-2012
de Ignacio Lagarga Lagarda y Fernando Herrera Gil

 


A principios del siglo XIX, ante las necesidades religiosas de los vecinos de apellidos Medina, Vidal, García Noriega, Contreras, Monroy, doña Concepción Preciado, don José Maria Diaz y otros más, que tenían sus terrenos de labranza y poblaban la zona extra muros del lado poniente de la Villa de San Pedro de la Conquista del Pitic, por el camino que llevaba al Guayparin, El Chanate, La Manga y El Llano, le solicitaron a las autoridades eclesiásticas la construcción de un templo.

En el año de 1809, los esposos Manuel Medina y María de la Luz López, oriundos de Oposura ( Moctezuma), donaron una parte de la huerta de su propiedad para que se construyera el tempo.

A partir de entonces, la familia Medina-López, se constituyó en la principal promotora, contribuyente y guardiana de la construcción del templo aportando su trabajo personal, objetos diversos y vigilancia durante los años que duró la construcción y para 1816, el templo construido de adobe, ya contaba con imágenes de bulto, ornamentos, vestiduras de oficiar y parte de lo esencial para impartir los sacramentos y estaba dedicado a San Antonio de Padua, patrono de la familia Medina López.

Dos años después, la familia Medina-López y los mismo vecinos comenzaron a construir un nuevo templo junto al primero pero de ladrillo y mezcla.

El 20 de febrero de 1821, la señora Maria de la Luz López de Medina le solicita al obispo de Sonora, Sinaloa y las Californias, Fray Bernardo del Espíritu Santo, le permitiera continuar con la colección de limosnas ya que los fondos de la capilla se habían deteriorado - que al día no tiene ni un peso - y era de suma importancia proseguir con su construcción.

El 19 de noviembre de 1841, los Medina López, ya ancianos, hacen su testamento incluyendo el templo de San Antonio y dejan como albacea al que sobreviviera y éste a su hijo José Maria.

En 1858, las aguas del Rio Sonora lastimaron seriamente la cimentación del templo ya que sus constructores no tomaron en cuenta la cercanía del rio que estaba a no más de 60 metros.

Esto motivó que se abandonara parcialmente el templo, ya que sus propietarios no hicieron nada por reparar el daño.

Tiempo después, en 1871 se abandona para siempre y en ese mismo año don Pablo Rubio, acaudalado prestamista de la ciudad adquiere en propiedad por la cantidad de $ 300,00 " el solar donde están las ruinas de la capilla de San Antonio", a la señora Carmen Arvizu.

A finales del siglo XIX la capilla se encuentra en total abandono y el Dr. Fortunato Hernandez, en 1902, menciona que los yaquis aún celebran "una fiesta muy solemne cada año en una capilla abandonada que se llama de San Antonio y esta situada a inmediaciones de la población".

En una foto de alrededor de 1904, se ve la capilla con su cúpula y los cuatro arcos de la bóveda y las ruinas de lo que fueron las construcciones adjuntas  que se ven en la pintura de Zins. Para ese año los árboles de enfrente han desaparecido lo mismo las campanas. Al lado sur, tras lo que queda de una pared de adobe, se ve un corralito para ganado, unas personas trabajadoras, que quizá sean indígenas yaquis, unas niñas descansando sobre un montículo de adobes y un perro frente a la entrada de la capilla que todavía conserva la puerta de madera de mezquite.

El 8 de diciembre de 1912 una intensa lluvia en la ciudad anegó de lodo la capilla, la cual quedo abandonada por años y en los años cuarenta fue habitada por una familia de apellido Muñoz que tenia en ella una cría de gallinas y a su lado una ordeña de ganado. Al irse la familia Muñoz, los buscadores de tesoros la vandalizaron hasta que en 1960 la ocupó la familia del señor Jesús León L. Que la habitó hasta que empezó a ser restaurada.

Alrededor de 1975, el Licenciado Ernesto Camou le vendió al INFONAVIT el terreno donde se encontraba la capilla de San Antonio y éste amenazó con derribarla para construir ahí el fraccionamiento Las Granjas, pero el presidente municipal doctor Ramón Ángel Amante ( 1976-1979), logró que la dependencia federal la donara al ayuntamiento el predio de 4,121 metros cuadrados, donde se encuentra el templo.

En la actualidad, las medidas de este templo son: 28 metros de largo por 6.85 de ancho, con una altitud de 12.65 metros desde a su base hasta su campanario; se encuentra fuera de servicio, bajo la supervisión del INAH como monumento histórico.





domingo, 4 de abril de 2021

La Fábrica de los Angeles

 

La Fábrica de los Ángeles

Por Martín Huva

La Fábrica de los Ángeles, cuyo funcionamiento daba vida a un poblado de cuatro mil habitantes, detuvo sus telares y cerró las puertas a sus obreros a los 121 años de fundada.

Era el 20 de febrero de 1941, La empresa, enclavada en el municipio de Horcasitas, Sonora, declaró que el incendio de la noche anterior había sido la causa del cierre.

Los intereses agrícolas de los pueblos vecinos de Rayón, Opodepe, San Miguel de Horcasitas y otros poblados menores giraron alrededor de la Fábrica Textil de Los Angeles. Durante muchos años, fue un lugar próspero que llegó a ser calificado como un 2pequeño paraíso" por su alta actividad económica.

Durante su apertura y hasta su desaparición, esta fábrica fue propiedad de la Compañía Industrial del Pacífico, S.A., Cuyos principales socios eran la casa comercial de Guaymas G. Moler y Cía. Sucs. La actividad económica del pueblo fue creciendo conforme la fábrica lo hacía.


Durante la segunda mitad del siglo diecinueve, la fábrica producía anualmente 12,000 piezas de manta, valuadas en $ 42,000.00 Pesos mexicanos; contaba con 41 trabajadores (25 hombres y 16 niños), quienes recibían un pago por jornada de 12 1/2 centavos a 1 peso.

Casi toda la industria textil del estado de Sonora se concentraba en este lugar. Ya empezado el siglo veinte, la fábrica abastecía al mercado local con mantas, mezclillas y rayados. Registró una producción de 44 mil piezas tejidas entre 1900 y 1901; entre 1910 y 1911 registró 29 mil piezas. En 1910, la fábrica usaba 330,000 kilos de algodón para su producción. Entre 1905 y 1907 le dio trabajo a 250 obreros; en 1933 había 300 obreros.

Durante la década de los treinta y cuarenta, el sexto y séptimo censo de población reportaron 4,625 y 4,727 habitantes en el municipio respectivamente, conformado, principalmente, por los pueblos de de San Miguel de Horcasitas y La fábrica de los Angeles. Durante los años cincuenta, cuando cierra la fábrica, la población descendió a 1,834 habitantes, según el Censo de Población de 1960.

Muchos habitantes de ciudades u poblaciones cercanas, visitaban la fábrica como atractivo turístico. También se efectuaban fiestas que eran muy concurridas, que gozaban fama de ser eventos muy populares; destacaban las celebraciones que se realizaban el 1 de mayo.

 


sábado, 3 de abril de 2021

BARRIO DE LAS MINITAS

 

Por José Luis A. López Romero

En investigación sobre la fundación del barrio De Las Minitas por el rumbo del Palo Verde y carretera 26 hacia la Costa de Hermosillo. Me comenta el señor Juan Pedro Romero, que este barrio como tal nace después de la segunda Guerra mundial de 1945. Ya que se comenzó a explotar en las faldas del cerro Tecoripa hoy nombrado cerro del Apache, el mineral denominado Tugnsteno, el que se utilizaba para la fabricación de armas y municiones. 

A raíz de esto llegan al lugar una buena cantidad de pobladores mineros y muchas más personas, que comienzan a explotar este mineral. Y establecen sus viviendas muy cerca de la zona mencionada y debido a esto se le da el nombre de “Las Minitas” a este asentamiento urbano, que en aquellos tiempos estaba muy alejando del casco urbano de la ciudad de Hermosillo. 

Menciona que todos estos terrenos eran propiedad de algunas familias importantes de aquella época como: familias Valencia, Peralta y Pavlovich. Al terminarse la veta de Tugnsteno, descubren que también hay otras vetas de minerales como Mármol y Granito en los cerros aledaños y que en la actualidad se siguen explotando en zona, para obtener marmolina y Granito. Cuando se hizo la declaración del Ejido Villa de Seris el día 15 de septiembre de 1937, estas propiedades pasaron a poder del ejido Villa de Seris, hasta nuestros días. 

Bien recuerdo que estas excavaciones de las minas ya existían cuando llegamos a esta zona en 1962. Que se encuentra el “los pies” del cerro el Apache y también en los cerros que se encuentran al sur de la carretera del Palo Verde rumbo a la calle 26 de la Costa de Hermosillo. Agradezco la información proporcionada sobre “Las Minitas por mi tío Juan Pedro Romero Ferra (+) para compartir con ustedes.



 Su servidor José Luis A. López Romero. Hermosillo, Sonora

LA CAPILLA DE SANTA EDUWIGES

Relato de José Luis Alejandro López Romero

 Uno de los paseos más conocidos y recordados de antaño en nuestra localidad y lugares circunvecinos fue el paseo a Santa Eduwiges. Es por eso de la plática con mi tía Ramona Romero Ferra que de cariño le decimos tía“Chata”, hija de mis abuelos Don Juan Romero Duarte y Doña María Teresa Ferra Noriega, que vivían en la huerta “El Cuadro” donde se encontraba dicha capilla, en las faldas del cerro “El Apache” antes Tecoripa. 

Nos da información sobre la fundación y construcción de la capilla de Santa Eduwiges y menciona que esta se construyó en el año 1945 por su Padre Don Juan, nos comenta que una tía de su Madre María Teresa, hermana de mi bisabuela Francisca, le obsequió una imagen ó estampa, con su hábito azul claro precioso de la virgen de Santa Eduwiges, con la única condición que la conservara con cariño y mucha fe. 

Su Madre María Teresa aceptó con todo gusto el preciado obsequio y la colocó de inmediato en un cuadro que tenia. Al poco tiempo de este suceso, se inició la construcción de su capilla en la falda del cerro “Tecoripa”, hoy conocido como cerro “El Apache”. Para entonces su Padre Juan compró una imagen de bulto de la virgen de Santa Eduwiges, la misma que colocaron en el nicho de la capilla.

 Indica que esta capilla la construyó un albañil de Villa de Seris, en específico, del cerrito de la Cruz, a este señor le decían “El Chapito” por ser de baja estatura, y es por este motivo que pudo construir el recinto de la virgen con tanto detalle, porque el “cabia” perfectamente en las dimensiones de la capilla.

 Me comenta mi tía que la virgen que compró mi abuelo Juan, dos a tres veces se la llevaron de su nicho y la regresaban al tiempo, ya que la llevaban para cumplir alguna manda que ofrecían con ella, hasta que una vez se la llevaron y ya nunca la regresaron a su nicho. Y la que se puede ver en la actualidad es una virgen que llegó de “visita” a la capilla y quedó como donación ya que no estaba la original. Y es la que prevalece hasta nuestros días en “El Cuadro”. Comentario personal es recordar que el paseo a la capilla de Santa Eduwiges cualquier día del año, fue el paseo obligado y frecuente por familias, amigos o bien por grupos escolares de la localidad. 

Muy grato es evocar la frescura del ambiente, ese aire cargado con aromas de flores silvestres, azahares de naranjos y limoneros. También el canto de toda clase de aves revoloteando en las copas de los árboles y el sonido inolvidable del agua corriendo por el canal de riego al costado norte, que invitaba a darse un rico chapuzón o al menos sacarse los zapatos para mojarse los pies y al rato recostarse en el césped natural en su borde, para luego degustar el rico “lonche” que se llevaba para ese paseo. Del mismo modo trepar el cerro “El Apache” para admirar el paisaje de los sembradíos y huertas aledañas. Todos los que tuvimos la fortuna de vivir esta aventura, nos queda como un recuerdo inolvidable. 

En la actualidad, de la capilla original de Santa Eduwiges solo quedan ruinas y algunos vestigios, porque a la llegada de pobladores a esta zona en 1986, no se respetó esta construcción y algunos vándalos iniciaron la destrucción de la misma. No quedó más remedio que recuperar la imagen de la virgen por la familia Romero y se le llevó a la casa que fue de mis abuelos en “El Cuadro”, donde se le construyó una nueva capilla. Haciéndose responsable de su cuidado, el hijo menor de la familia, mi tío Francisco Javier Romero Ferra y familia. Y del mismo modo se continuó con la tradición de hacerle la “velación” a la virgen el 15 de octubre de cada año, como sucede desde 1945 hasta la actualidad.

 Agradezco de todo corazón la información tan completa que nos brindó mi tía Ramona “Chata” Romero de Barrón sobre la historia de la capilla de Santa Eduwiges. Para el conocimiento de las nuevas generaciones que gustan de la historia de la localidad y de otros tantos que vivimos ese hermoso paseo a Santa Eduwiges. 

Su servidor José Luis Alejandro López Romero a 01 de abril del 2016.



Origen del nombre del “Cerro del Apache”


Relato por José Luis Alejandro y Oscar Guillermo López Romero, vecinos del barrio del Palo Verde desde 1963 a la fecha

Hermosillo, Sonora a 27 de noviembre de 2015 Origen del nombre del “Cerro del Apache” Fue en el año de 1963, cuando mi familia realizo cambio de domicilio de Villa de Seris, calle Iturbide y callejón Rosales, al Palo Verde rumbo a la capilla San Martin y cerca de Las Minitas. 

De los 6 hijos del matrimonio formado por mis padres, Jorge López Romero y María del Socorro Alicia Romero Ferra son: Jorge Enrique, Norma Alicia, Leticia, Juan Eduardo, un servidor José Luis Alejandro y mi hermano menor Oscar Guillermo López Romero somos los más pequeños. 

Al llegar a la nueva casa yo tenía 4 años y mi hermano menor Oscar (Memo) llegó de un año de edad. Este cambio se realizó por cuestiones de trabajo, ya que mi Padre Jorge López rentó una extensión de terreno al ejido de Villa de Seris, donde construyó nuestra casa y también planto algunos árboles frutales de temporada como naranjos, limoneros, granadas, toronjas, guayabas y un plantío de uva Thomson, haciendo con esto una pequeña huerta para el consumo familiar y pequeños compradores locales. 

Al mismo tiempo inició el negocio de crianza de pollos o gallinas ponedoras. O sea se inició como Avicultor. Nuestra casa quedó muy retirada del casco urbano del Palo Verde en aquellos tiempos y no teníamos amigos de la misma edad con quien convivir y jugar. Nuestro único entretenimiento y diversión era recorrer y conocer todos los lugares aledaños a nuestra casa; como arroyos, predios de siembra, huertas y cerros cercanos. Ya para los años de 1969 al 70 ya con mayor edad mi hermano y yo conocíamos todos los alrededores y cuando teníamos visitas, que eran muy escasas por cierto, los invitábamos a subir y conocer un pequeño cerro al norte de nuestra casa y al sur del cerro “El  Apache”.

 Era muy divertido subir este cerro ya que conocíamos todos los lugares especiales, rincones y cuevas del mismo, llevábamos algo de comer como fruta de la huerta y al terminar el paseo bajar descalzos corriendo el cerro y jugando carreras con los visitantes fueran amigos o familiares, eso nos divertía bastante. Por esos años en una de las tantas veces que subimos a ese pequeño cerro, desde su cima podíamos ver todo alrededor, nos quedaba toda la panorámica del cerro vecino al norte (El Apache) y observando con algo de imaginación todo ese cerro, le comento a mi hermano menor Memo - te fijas en ese cerro – pero fíjate bien - parece un “Indio acostado”, a lo cual de inicio no me creyó por supuesto. En las siguientes visitas a la cima del cerrito le insistía sobre la figura que representaba ese cerro y le comentaba - sabes Memo no es un Indio, más bien parece un Apache -”Un Apache Dormido” por lo del penacho en la cabeza, - le dije, y desde entonces le llamamos el cerro “Del Apache Dormido”, el mismo cerro que recorrimos muchas veces de punta a punta o sea de “la cabeza a lo pies”, donde la cabeza inicia en los linderos de la huerta “El Cuadro” y la capilla de Santa Eduviges, donde estaba el camino que pasaba junto al horno, que algunas personas decían que se aparecía el hombre sin cabeza y por las noches la gente comentaba que veía luces o flamas encima de los restos de ese horno, porque supuestamente había un “entierro” o tesoro en ese lugar y los pies hasta donde se encuentran las minas de mármol y granito que había en lo que hoy son Las Minitas y parte de la colonia “El Apache”, por donde estaba la vereda que usaba todos los días un señor que le decían “El Guichapa”. 

Esto lo hacíamos “cazando” lagartijas de todo tipo como: “porogüis”, “wicos”, “iguanas”, “perritas cola rayada”, “chananitas” y todo lo que se arrastrara o volara, con las famosa resorteras o “hules” como nosotros las conocíamos y que fabricábamos cortando una horqueta de mezquite o palo fierro a la medida de nuestra mano, hule de cámara de bicicleta y la “cajilla” que la cortábamos de la lengua de 3 vaqueta de algún zapato viejo que ya no servía o bien nos lo encontrábamos tirado. 

No dejamos este asunto ahí y en uno de los paseos dominicales que hacíamos toda la familia para visitar a los abuelos maternos, quienes vivían el la huerta “El Cuadro”, con cultivo de forrajes y gran cantidad de árboles frutales de varios tipos en los 70´s. Una tarde me atreví a preguntar a mi tío Francisco Javier Romero Ferra, el tío Pancho. Le dije- Tío - usted sabe si tiene nombre ese cerro? - apuntando hacia el cerro “El Apache” - y me dice - porque? – y le contesto - no se ha fijado que parece un “Apache Dormido o acostado”? - me mira, se sonríe y me dice - estas loco! y se retira a seguir sus actividades, - o sea, no me creyó! Pero a partir de esos años del 69-70 le comenzamos a llamar “Cerro del Apache dormido” y a cuanta visita teníamos en casa y hacíamos el paseo al cerro pequeño, les comentábamos sobre la figura que semejaba ese cerro a un “Apache dormido”, algunos de inicio nos creían y lo podían observar, poniendo un poco de imaginación y otros solo se reían sin creer lo que les decíamos. 

Así se fue corriendo la voz sobre el nombre del cerro del “Apache”. En los tiempos actuales investigando un poco más sobre este cerro del “Apache”, ya investigue que si tenía nombre y se le llamaba el “Cerro Tecoripa”, sin conocer porqué de este nombre y de donde salió tal. Solo que ya para estos tiempos muchas personas de la zona y en la ciudad de Hermosillo lo tienen bien identificado por el nombre de cerro “Del Apache”, sin el dormido. Y también por el nombre de la colonia que se fundó en las faldas del cerro por la parte sur y en sus alrededores desde el año 1986. Esto es lo que recordamos de donde se originó el nombre de este cerro tan conocido y el porque se le nombró así. Tal vez este relato no sea tan creíble para muchos, pero para los que vivimos en ese tiempo y tenemos memoria así fue como sucedieron los hechos.


 

Foto que tomé a mi señora Marcela Alcaraz Paredes el 14 de junio de 1986 y al fondo se puede observar la imagen del cerro del Apache. Y los inicios de la invasión de la colonia “El Apache” 



Relato por José Luis Alejandro y Oscar Guillermo López Romero, vecinos del barrio del Palo Verde desde 1963 a la fecha.